Comisaria: Chus Martínez.

Hugo Canoilas desarrolla su práctica artística a través de la pintura. En su caso, la pintura es un medio perfecto para abordar un tema central en su obra: la circulación y la interpretación de las imágenes. Endless Killing, que podría traducirse como asesinato sin fin o matanza infinita, es un gran mural que ocupa la totalidad del perímetro del espacio realizado específicamente para esta exposición. La obra puede entenderse como una suma de referencias tomadas directamente de la historia de la pintura.

Escenas en las que el pintor ha plasmado la historia como un acontecer marcado por la imposición violenta de un grupo, o de una nación sobre otra. Podrían citarse innumerables ejemplos, La batalla de Isus de Albert Altdorfer, Los fusilamientos del 3 Mayo de Francisco de Goya, El sacrificio de Isaac de Rembrandt… imágenes todas ellas pertenecientes a la historia de la representación de la cultura occidental, de sus valores políticos y en algunos casos testimonio de la formación de un proyecto: el estado-nación.

La acción y las figuras en este gran mural de Hugo Canoilas están dispuestas en el sentido de las agujas del reloj, al igual que el sentido de la lectura en la cultura occidental. Cuarenta hombres con el torso desnudo están representados en el gesto y el instante que precede a un asesinato. Una cadena no tanto de individuos como de una fuerza devastadora que apunta a la posibilidad de la total aniquilación de una especie: el hombre. Como en un mural clásico, las figuras conviven con escenas pictóricas que apuntan al paso del tiempo. La noche surge de la figura de un inmenso elefante negro situado sobre un pasaje marítimo sobre el que cae una lluvia que lo tiñe todo de oscuridad. El día es un paisaje idílico en oriente medio sobre el que sobrevuela un avión, oscuro, como un pájaro de mal agüero.

Se trata de un complejo tejido de imágenes y referencias que puede resumirse en una intención: evaluar la orientación de nuestra vida política. En el año en el que se cumplen cuarenta años de la revolución cultural de mayo del 68 tiene sentido preguntarse por la naturaleza de nuestra vida pública, por la necesidad de no situar el concepto de emancipación en el horizonte del discurso y al tiempo de evaluar aquellas vías de acción que ya no son posibles. Situado en el centro de ese gran mural, al espectador se le ofrece la posibilidad de pensar qué papel juegan las imágenes en nuestra vida pública. Al tiempo que al iniciar la lectura de las imágenes que lo componen, caemos en la cuenta que el proceso de despersonalización que acontece al ver una imagen de violencia real plasmada en un periódico, por ejemplo, está relacionado con ese gran diccionario mitos y símbolos que nos ha proporcionado, entre otras fuentes, la pintura.

Documentos de descarga:
Texto Comisaria Endeless Killing

Hugo Canoilas (Lisboa, 1977) cursó estudios en el Royal Collegue de Londres, y actualmente vive y trabaja entre Lisboa, Londres y Budapest.

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