Peio Izcue Basail, Andrea López Goñi, Naroa Armendariz, Taxio Ardanaz y Óskar Ranz han profundizado en sus proyectos, seleccionados por las Ayudas a la Creación en Artes Plásticas y Visuales del Gobierno de Navarra, hasta componer 5 exposiciones que abordan temas cómo el paso del tiempo, la relación entre la muerte y la vida, la representación de los ideales socio-políticos y la dialéctica entre lo artesanal e industrial, entre otros aspectos.

A partir de las iniciativas galardonadas, y con la producción y el apoyo técnico del Centro Huarte, los artistas han tenido la oportunidad de profundizar y ampliar sus proyectos hasta componer cinco exhibiciones que generan cada una de ellas un diálogo propio y diferenciado con el espacio expositivo. Además, cada uno de los creadores protagonizará con encuentro con el público e impartirá un taller. Las exposiciones podrán ser visitadas hasta el 13 de enero de 2013.

De esta forma en la Sala 1, Peio Izcue Basail (Pamplona, 1974) presenta Baso Hil una exposición en la que incide en la conciencia del paso del tiempo para establecer un debate, no exento de ironía, sobre la saturación existente de imágenes y la figura del fotógrafo como autor o prescriptor.

 

También en la Sala 1 y con La teatralidad de la muerte, Andrea López Goñi (Pamplona, 1982) plantea un recorrido reflexivo por lo sagrado. Un camino entre vacíos y espacios físicos, entre luz y oscuridad, entre lo corpóreo y lo anímico. Luz que corresponde a la vida, hueso que responde a la muerte.

 

En el gran espacio que constituye la Sala 2 del Centro Huarte, Venceremos de Taxio Ardanaz (Pamplona, 1978) cuestiona bajo qué formas y volúmenes se materializa en la actualidad la representación de realidades sociopolíticas. Así el autor trabaja sus piezas pictóricas y elementos escultóricos a partir de la reinterpretación de la arquitectura memorial.

 

Por su parte, Naroa Armendariz (Pamplona, 1981) con Pintura Mural lleva al límite las sensaciones que aporta lo pictórico través de la expansión del trabajo en forma de murales en los que el espectador se ve envuelto.

 

Así mismo en la Sala 2, Con Líneas de Atracción, Óskar Ranz (Pamplona, 1974) construye ilusiones perceptivas de inestabilidad, vibración y confusión. De esta forma genera geometrías dinámicas que suponen una reflexión “de la pintura desde la propia pintura” con unas piezas en las que el acabado, en apariencia industrial y cuasi-digital, enmascara lo manual y artesanal de las mismas.