“Nocturna es una instalación audiovisual itinerante pensada para exhibirse en entornos culturales, dialogando con otras propuestas artísticas. Es una aproximación a lo sensorial y lo emocional y una búsqueda de mis propios medios de expresión para evocarlo”.

La cabina funciona como un puente entre el mundo real, exterior y el otro mundo que se abre dentro de ella, como una máquina del tiempo. Centrándose en una experiencia vivencial, exige acción por parte del visitante. El motor no es otro que la curiosidad. Y es ese lugar  de voyeur el propicio para sumergirse en esta historia de soledad, de fantasía y ensoñación. Una historia sin palabras que narra desde el lenguaje visual y sonoro, con un tratamiento comprometedor.

El espectador visualiza la obra mientras escucha el sonido proveniente de altavoces dispuestos a su alrededor. El visor muestra las diapositivas retroiluminadas. La banda sonora comienza simultáneamente con la visualización. Cada imagen tiene su propio tema o variación musical. Al alcance de la mano hay una botón con el que el visitante avanza hacia la siguiente imagen, al mismo tiempo que cambia la música. El tiempo destinado a cada foto y entonces a todo el relato, depende del espectador.

Es una propuesta lúdica, con algo de atracción de feria, que recupera la materialidad de lo mecánico. Tanto en el uso de un juego de la visión, como es la estereoscopía, reactualizando una tecnología precinematográfica, como en el mecanismo de visionado, diseñado y realizado especialmente para esta pieza de manera absolutamente mecánica. Un numeroso equipo de artistas y técnicos ha colaborado en la realización de las fotografías, y en la construcción del mecanismo de visionado.

Más información sobre el proyecto: http://www.nocturna.com.es/